martes, 15 de abril de 2014

La Esfera Azul

RELATOS CORTOS DE CIENCIA FICCION Y FANTASIA 01# LA ESFERA AZUL Daniel Rojas, bucea en las profundidades del mar, buscando viejos tesoros de barcos hundidos. Cerca de la isla a oído que un viejo barco de la época de las colonias se perdió con un tesoro de enormes proporciones. La ansiedad por la aventura y la necesidad de sacarse sus deudas lo empujan a bucear más y más profundo para poder encontrar el tesoro. Mientras mira el paisaje submarino se da cuenta que algo brilla en las profundidades de una fosa. Lo que sea que este allí está demasiado profundo. Pero decide arriesgarse, ya lo perdió todo y esto puede ser lo único que lo salve de la ruina. Empieza a nadar hacia el objeto hasta tenerlo tan cerca que iluminada todo a su alrededor, era como una perla del tamaño de una pelota de tenis y de un color azul fuerte, era lo más hermoso que jamás hubiera visto, lo tomo con sus manos, quitándole la arena, lo admiro con sus ojos por un momento, decidió subir a la superficie. Al llegar se dio cuenta que era de noche, una nube negra y espesa envolvía toda la ciudad, pensó que no podía haber pasado tanto tiempo que era imposible, él se había sumergido al amanecer. Le dio poca importancia y subió a su pequeño barco, guardo su tesoro en una caja fuerte, y arranco para volver al puerto. Lo amarro, tomo la esfera azul la envolvió en un paño viejo y la guardo en su mochila. Seguía preguntándose cómo es que hubiera pasado tanto tiempo si había revisado su tanque de oxígeno y aun le quedaban para 20 minutos, no podía ser que hubiera usado tan poco en tanto tiempo, pero cuando se le paso por la mente que podía llegar a ser rico se olvidó de todo. Camino por la calle directo hacia el museo de historia, si aún estaba abierto podía ser que alguien le dijera que era y cuento valía esa esfera azul. Daniel no podía dejar de pensar que luego de pagar todas sus deudas, le quedaría suficiente dinero como para comprarse todo lo que siempre quiso y vivir el resto de su vida cómodamente. En la calle no había nadie, ni una luz prendida y parecía que iba a ver tormenta, pero eso no le importo. Un auto negro a toda velocidad se acercaba hacia él, pero apenas lo noto, hasta que escucho como chirriaban unas ruedas, se giró y vio el auto con sus luces encendidas que apuntaban directo hacia él. La puertas se abrieron y cuatro hombre se bajaron le costó distinguirlos, las luces hacían que fuera difícil verlos con claridad, Daniel solo pudo pensar en una cosa eran los hombres de Marrino a quien le debía plata, pero por nada les iba a dar su esfera azul. Estos comenzaron a caminar lentamente hacia su dirección, y uno de ellos le dijo- “Danos lo que venimos a busca y nos iremos” Daniel les respondió- ¿A qué a que se refieren? El mismo hombre le respondió elevando la voz - “No te hagas el tonto danos la esfera azul y no tendremos que lastimarte”. Daniel que aún no podía distinguirlos, dio unos pasos hacia atrás pensando como sabían lo de su tesoro. El hombre insistió en forma autoritaria y con voz fuerte. Daniel lo pensó y vio que no había nadie más además y comenzó a correr a toda velocidad, miro hacia atrás vio que lo seguían en el auto, pensando que no llegaría lejos se metió por un callejón, hasta que se encontró con una cerca la cual escalo y cruzo al otro lado, en ese momento apareció nuevamente el auto del otro lado. Daniel pensó que ya les había ganado, el vehículo acelero, y el no tardo en correr de nuevo. El auto atravesó la cerca, vio una puerta abierta de una vieja bodega y entro allí. Se escondió detrás de unas cajas, tomo la esfera, levanto unas tablas del suelo y la escondió allí. Los hombres no tardaron en entrar, los podía ver a través de dos cajas, pero estaba tan oscuro que solo distinguía dos siluetas. Le dijeron -“Sabemos que estas aquí, danos lo que venimos a buscar y nos iremos”, Uno de ellos se acercó hacia donde él estaba, antes de poder acercarse más, un ruido como de interferencia sonó por toda la bodega y los hombres se marcharon. Daniel se levantó miro donde había escondido la esfera y decidió que era más seguro dejarla allí, hasta saber que pasaba. Logro llegar hasta su apartamento sin ser seguido y pensando en todo lo que había pasado. Suponiendo que esos hombres podrían ir a buscarlo allí, decidió cerrar la puerta, ponerle uno de sus muebles más pesados contra ella para evitarles el paso y se fue a dormir para olvidar todo lo que había sucedido. Despertó justo cuando el despertador sonaba, encendió el televisor y preparó café, se vistió rápidamente y decidió salir a buscar la esfera. Cuando iba a apagar la televisión vio que el noticiero decía que la ciudad La Costa había desaparecido, se quedó viendo como solo se veía un páramo vacío donde antes estaba la ciudad. Lo más curioso es que él estaba en la ciudad. Fue directo hacia la ventana todo parecía normal, había gente caminando, pero al ver al cielo aún era de noche, la nube negra seguía allí. Vio el reloj de su cocina y decía las 10:20am. No tardo más y salió. Mientras caminaba por el pasillo salió su vecina Gabriela que el siempre consideraba muy atractiva aunque ella lo ignoraba. Pasó a su lado, no la saludo tenía demasiadas cosas en la cabeza como para preocuparse de alguien que ignoraba su existencia. En eso Gabriela lo saluda, él se voltea y le sonríe. Ella le dice- “Daniel danos lo que venimos a buscar” se quedó paralizado, Gabriela tenía una cara de frialdad, se volteo corrió por las escaleras mientras escuchaba como ella le decía -“Esto terminara cuando tú quieras”. Salió a la calle, la gente caminaba frente a el ignorándolo, intento recuperar su aliento, hasta que vio a los hombres que lo habían seguido anoche. Estaban parados al lado de su auto mirándolo fijamente, uno de ellos metió su mano en la chaqueta y mostro el mango de su arma. Al verla comenzó a correr en dirección hacia la bodega, sin detenerse. Al llegar busco la esfera donde la había escondido la tomo, y sintió un alivio al saber que aún estaba allí. Salió de la bodega y se dirigió hacia la calle, sin saber qué hacer. No tardaron mucho en aparecer, los cuatro hombres, le gritaron que si se les daba la esfera lo dejarían en paz. Uno de ellos le dijo -“Lo olvidaras todo ahora, dánosla” En ese momento aparecieron personas de todas parte que le rodeaban. Se dio vuelta y vio que el callejón aún estaba despejado y se fue corriendo, al ver atrás pudo ver como las personas los perseguían. Corrió hasta llegar al otro lado para darse cuenta de que estaba rodeado por más personas, les grito que eran alienígenas. El hombre vestido de negro le dijo que no, pero que venían de las profundidades, él se acercó a Daniel y vio cómo su aspecto cambiaba, tenía un ropa muy antigua y toda desecha, su cara no eran más que huesos. Cuando Daniel vio a su alrededor vio que todos, usaban ropa desecha y mojada, se asustó de tal forma que dejo caer la esfera azul al suelo. El tesoro impacto contra el suelo y se rompió en mil pedazos. El hombre le dijo- "ahora tendremos que hacer uno nuevo". Daniel dio unos pasos hacia atrás, y dio un último grito antes de desvanecerse. Las noticias comentan que Ciudad La Costa ha vuelto aparecer tan misteriosamente como desapareció. Pero que los ciudadanos de la urbe han desaparecido en su totalidad. En el fondo oceánico una esfera azul esta medio enterrada, más allá de nuestro alcance. FIN